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Situado en Benidorm, junto a Playa de Poniente, en una colina a 50 metros sobre el nivel del mar conocida como el Tossal, se encuentra La Ermita del Mediterráneo, un complejo residencial de viviendas de 2 y 3 dormitorios con impresionantes vistas al Mediterráneo. Sin lugar a dudas, un enclave exclusivo y privilegiado donde cualquiera desearía vivir.
Imagina una vivienda con amplios espacios abiertos en la que relajarse, desayunar y pasar agradables ratos en compañía. Las terrazas de La Ermita del Mediterráneo están diseñadas para disfrutar al máximo de las vistas panorámicas de la Playa de Poniente, en un entorno privado que rebosa exclusividad –el clima perfecto para deleitarse en los días de sol.
Las casas situadas en la planta baja disponen de un porche y jardín delantero, mientras que los de la primera planta incluyen una gran terraza. Las viviendas superiores cuentan además con solarium de una gran dimensión que es posible acondicionar como salón con Jacuzzi, comedor con barbacoa o zona destinada al relax bajo la sombra de una pérgola. Una composición perfecta para que los momentos con los tuyos sean inolvidables.
El diseño inclinado de la estructura del edificio y sus muros de piedra ayudan a crear una estética natural que proporciona la privacidad necesaria en cada vivienda. La distancia entre los espacios al aire libre de las casas aporta además la comodidad que se busca en un hogar.
La Ermita del Mediterráneo se distancia del estilo de vida por el que tanto se conoce a Benidorm. Este proyecto presenta un nuevo concepto de residencial donde los grandes bloques de apartamentos son reemplazados por a un número reducido de viviendas dentro de un recinto privado en el que se respira la tranquilidad y paz a pesar de su ubicación en el enclave vacacional consolidado. Un bello entorno natural envuelve las 10 viviendas en su zona común del residencial, que en su parte delantera se ve reforzado con vistas panorámicas espectaculares al mar, que es posible disfrutar desde su enorme piscina infinita con el azul inmenso del Mar Mediterráneo de telón de fondo. Un jacuzzi y una terraza serán los aliados perfectos para que cada atardecer en La Ermita del Mediterráneo sea especial y las noches bajo las estrellas recojan muchos momentos únicos. En la zona trasera del residencial, un pequeño bosque de pino mediterráneo es el lugar ideal para el relax aprovechando la brisa mediterránea. Bienestar puro, en toda su esencia.
A pocos pasos de La Ermita del Mediterráneo se encuentran la Playa de Poniente y la Cala Finestrat, dos lugares que hacen las delicias de veraneantes gracias a su arena dorada y fina bañada por la orilla de las aguas azules del Mediterráneo. A su lado, un largo Paseo Marítimo donde la amplia oferta y variedad de bares y restaurantes son la parada perfecta para disfrutar un tonificante refresco o una excelente comida mediterránea.
Querrás vivir experimentar la emoción de los deportes acuáticos que se practican en las playas de Benidorm como el parapente, kite surf, esquí de cable y muchos más. Los aficionados a la vela pueden planificar su propia ruta con salida desde uno de los diversos puertos deportivos que se encuentran en dirección a Campomanes, atravesando la Reserva Natural Sierra Helada. A medida que el sol se pone, caminar por los alrededores para ver el horizonte en todo su esplendor es una delicia de las que nunca se olvidan.
Residir en La Ermita del Mediterráneo es tener todo lo deseado al alcance: disfrutar de tranquilidad en un residencial privado sin por ello renunciar a la gran oferta de ocio de esta vibrante ciudad levantina.
Despertar cada mañana será una experiencia del todo placentera al abrir los ojos y ver tras la ventana un paisaje natural lleno de color. Tanto el salón como el dormitorio principal de las viviendas que conforman La Ermita del Mediterráneo disponen de una enorme cristalera desde la que se divisan los 3 largos kilómetros de la Playa de Poniente y el skyline de Benidorm.
La ventilación cruzada de la que disponen las viviendas del residencial se maximiza debido a la distribución horizontal de las zonas habitables, dejando que el aire circule por toda la casa suministrando, así, brisa a cualquiera de sus estancias. Además, la orientación del complejo y su situación a 50 metros sobre el mar favorecen el movimiento y flujo del aire, proporcionando un ambiente fresco incluso en los días de más calurosos.