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01.04.2020 I TM Grupo Inmobiliario
Nuestros compañeros del área agrícola siguen trabajando con responsabilidad y compromiso, cuidando de nuestros cultivos con las precauciones recomendadas para protegernos y proteger, ahora más que nunca, en que es necesario un esfuerzo unánime para garantizar la producción y el abastecimiento en los supermercados.
Durante estos días de confinamiento, cada uno asume un rol diferente y mientras una parte de la sociedad ha detenido su actividad o teletrabajo, en el campo se trabaja a pleno rendimiento, con una actividad intensa. En esta situación tan difícil, la actividad agrícola no se detiene y los trabajadores han de seguir al pie del cañón porque la gente necesita los alimentos que se producen.
Esta crisis está mostrándonos cuan necesario es este sector y que, en determinadas circunstancias, cuando hay un cierre de fronteras, no es viable depender de los alimentos y los cultivos de otros países. Ahora más que nunca, se demuestra que el sector primario en general, es estratégico y esencial y siempre lo ha sido para la economía, y que su supervivencia y continuidad es fundamental.
Es tiempo de reconocer el valor de una actividad que en muchas ocasiones ha quedado en un segundo plano. Una actividad donde prevalecen más que en ninguna otra los valores: solidaridad, paciencia, trabajo bien hecho y esfuerzo, para hacer llegar a los hogares el mejor producto.
Primero fue la agricultura, después, todo lo demás. A pesar del desarrollo social y tecnológico, seguimos dependiendo de la agricultura para nuestra supervivencia y de la labor del agricultor para garantizar nuestra alimentación con calidad, eficiencia y seguridad. Reivindiquemos los valores y productos insustituibles que la actividad agraria aporta a la sociedad y al planeta, y que son además la base de nuestro sustento.