Uno de los aspectos que más preocupación genera cuando te mudas a vivir a una nueva vivienda es la convivencia con los vecinos. ¿Cómo serán? ¿Encajaré en la comunidad? ¿Tendrán alguna norma diferente? Estas son algunas de las preguntas que seguramente te habrás hecho, pero no te preocupes porque además de los estatutos que marcan las normas que se deben cumplir en la comunidad, aquí te ofrecemos algunos consejos que, aunque básicos, te ayudarán a mantener una buena relación con tu comunidad residencial.
- Preséntate. Parece algo obvio, y aunque no lo creas, te puede servir de ayuda a la hora de compartir problemas o propuestas con el resto.
- Dialoga. Es normal que en la convivencia surjan roces o desacuerdos, por ello, es muy importante que busques a tus vecinos para dialogar y buscar soluciones a los problemas.
- Cuida los espacios compartidos. Es una norma de civismo básico, pero por si acaso, no te olvides de que debes cuidar de las zonas comunes como si fueran tuyas, ya que, en definitiva, forman parte de tu propiedad.
- Cumple con tu cuota comunitaria. Esta cuota sirve para mantener en correcto estado el edificio y las zonas comunes por lo que es importante que estés comprometido con ello. Si dejas de hacerlo o lo haces con retraso podrías provocar malentendidos.
- Evita ruido innecesario y a horas inapropiadas. Volvemos a apelar al sentido común, nadie pone en duda que tienes derecho a celebrar, pero piensa en los demás. Del mismo modo, que, seguro que puedes evitar pasar el aspirar, escuchar música alta o colgar un cuadro en la hora de la siesta o por la noche.
- Contribuye a los gastos comunes. Formar parte de una comunidad también lleva consigo tener que asumir gastos comunes como derramas o provisiones, estos gastos contribuyen a mejorar los espacios de vida común y nunca son un gasto innecesario.
Esperamos que estos consejos te sean útiles para tu vida en comunidad. ¿Echas alguno de menos? ¡Cuéntanos!