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El otoño ya está aquí y en el Mediterráneo tenemos la gran suerte de seguir de temperaturas agradables que nos permiten disfrutar de planes al aire libre. ¿Y qué mejor plan si tienes la fortuna de vivir en la isla de Mallorca, que aprovechando que la temporada alta ha terminado, hacer una ruta por algunas de sus calas?
¡Nosotros te proponemos una, pero puedes hacerla de tantas formas como quieras, súbete al coche que nos vamos!
Nuestra primera parada va a ser la Cala de Formentor, o Cala Pi de la Posada, una tranquila playa de arena blanca, ubicada en la localidad de Pollença. Rodeada por un bosque de pinos y encinas, es una playa perfecta para empezar nuestro recorrido de una forma relajada.
Cala Mondragó, aquí haremos nuestra segunda parada. Esta cala, está ubicada en el Parque Natural de Mondragó, al sur de la isla. Una cala de arena, piedras y roca, con un agua de color turquesa intenso que le da un aspecto de piscina. Si quieres, puedes aprovechar que estás por la zona, dejar tu coche en la playa de s’Amarador e ir caminando hasta ella.
Siguiente parada: Cala Agulla. Esta parada es imprescindible, por su localización y los servicios que tienes en la zona. Se encuentra en Cala Ratjada, Capdepera. Se trata de una playa turística con zona de aparcamiento, restaurante y otros servicios.
Si hay una cala famosa en Mallorca, esta es sin duda Caló des Moro. Una playa ubicada en un calve privilegiado rodeado por grandes paredes de pinos y un agua totalmente cristalina, propia de una película. Recuerda que no se puede llegar en coche hasta ella, deberás aparcar en Sa Comuna y caminar unos 400 metros.
Por último, y aprovechando que estamos hablando de calas famosas, vamos a llegar hasta Sa Calobra. Una pequeña cala escondida en la Tramuntana a la que solos puedes acceder por una carretera de infinitas curvas. Un lugar muy especial en el que se han grabado anuncios de televisión muy famosos.
¿Qué calas añadirías a la lista? Compártelas con nosotros, así podremos continuar esta ruta juntos.