El pasado mes de febrero firmamos tres proyectos en colaboración con la ONG Rafiki África, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas de Kenziga.
En esta zona rural de Uganda, el 85% de las personas viven de la agricultura, sin embargo, no tienen formación en el ámbito. Esto supone un problema ya que cuentan con un clima especial que hay que saber tratar: 3 meses de lluvia seguidos de 3 de sequía.
Por otro lado, a nivel cultural no acostumbran a almacenar el agua durante los meses fluviales, con lo que los problemas se agravan durante periodos más secos.
Por este motivo surge la idea de construir la Escuela de Formación Agraria, para que, tanto jóvenes en edad de formación profesional como adultos, aprendan a sacarle el máximo partido a la tierra, adaptándose a las condiciones que se les planteen.
Se trata dedarles formación para que puedan labrarse un futuro aprovechando los recursos de la zona.
La escuela constará de dos edificios donde recibirán nociones sobre cómo almacenar el agua para que sea útil en meses de sequía, cómo tratarla para evitar su estancamiento y posibles enfermedades que esto lleva consigo, etc.
Propuesta de diseño de la escuela de Formación Profesional Agraria.
Desde la ONG nos envían algunas fotos de los avances en la construcción de la escuela:
Imágenes enviadas por Rafiki África.
En TM nos tomamos muy en serio la educación, considerándola fundamental para el correcto funcionamiento y desarrollo de una sociedad. Es por eso que contribuimos con iniciativas que la pongan en valor y favorezcan el aprendizaje en igualdad de oportunidades.
Además de este proyecto, el convenio firmado con Rafiki contemplaba otras dos iniciativas:
Un programa de microcréditos para mujeres
Esta iniciativa tiene como objetivo empoderar a las mujeres de la zona, brindándoles la oportunidad de llevar a cabo actividades que les permitan generar ingresos.
Se prevé ayudar a más de 140 mujeres durante 3 años.
La creación de una planta potabilizadora
Habitualmente, en las zonas rurales de Uganda no cuentan con agua potable, ya que únicamente disponen de charcas que se llenan con las lluvias. Su estancamiento hace que se llene de mosquitos provocando enfermedades como la malaria.
Por ello, está en marcha la creación de una planta de potabilización compuesta por diez grifos que permitirán acceder a agua potable a alumnos y familias del colegio Rafiki Carmen Pérez González. Colegio cuya construcción comenzó en 2019, y del que TM financió una de sus 8 aulas.
